Sin embargo, vivimos en una sociedad donde muchas personas asumen que todos son heterosexuales hasta que se demuestre lo contrario, lo cual no es cierto.
Aunque nadie debería sentirse obligado a revelar públicamente su orientación sexual, y no existe una edad, momento o fórmula mágica para hacerlo, hoy compartimos algunos consejos para aquellos que desean y necesitan "salir del armario".
Cómo salir del armario
¡Ante todo, orgullo!
¿Cómo salgo del armario?
Confiésate a ti mism@:
No necesitas ir a un confesionario para salir del armario. Primero, debes saber que si decides contarlo, debe ser para tu propio beneficio, no para complacer a otros. Antes de compartirlo, debes aceptar y entender tus propios sentimientos. Hacerlo te brindará tranquilidad.
Hazte preguntas:
¿Por qué ahora? ¿Para qué? Si vas a contarles a tus familiares y amistades algo tan personal, hazlo por ti mismo, porque deseas compartirlo con personas que valoras y quieres. Si hay una situación tensa o distante, tal vez no sea el mejor momento.
Sin prisas y con información:
El hecho de que otras personas tengan claro qué les gusta y lo publiquen no te obliga a hacer lo mismo. Si no tienes claros tus sentimientos, busca información en asociaciones especializadas, asesórate sobre cómo hacerlo si la relación con tu familia es complicada, y prepárate para las posibles preguntas.
Tantea el terreno:
¿Qué piensa la gente? Saca el tema con personas con las que te sientas cómodo. Aprovecha una noticia, un caso o un cotilleo para tantear el terreno. Participa en comunidades de internet para ganar confianza y ver que hay muchas personas como tú.
Escala de confianza:
¿Con quién empiezo? Si decides contar tu orientación sexual, haz una escala de más a menos confianza. Empieza con las personas con las que sabes que puedes hablar, que te escuchan y en quienes confías. Estas serán tus aliadas y podrás practicar con ellas antes de contárselo a otras personas.
¿Cuándo y cómo lo digo?
El tiempo y el contexto son clave. Aprovecha o crea un momento íntimo, con tiempo suficiente para hablar. No lo digas en medio de un conflicto o enfado. Pero sobre todo, no lo hagas si te sientes presionado o simplemente no te sientes preparad@.
Reacciones
Si cuentas a tu familia y quedan en shock, dales tiempo. Recuerda que tú llevas tiempo procesándolo y para ellos es una novedad. Insiste en que tu orientación sexual no cambiará quién eres ni dejarás de ser su hij@, herman@, amig@...
Dudas
Si tus familiares o amistades tienen dudas, podrían hacerte muchas preguntas. Ten paciencia, responde lo que quieras y si te sientes abrumad@, diles amablemente: “Bueno, creo que por hoy ya he dado suficiente información”. Puedes ayudarles proporcionándoles recursos y webs con información sobre el tema para que comprendan que es completamente normal. Ayúdales a romper con mitos, prejuicios y estereotipos. En este proceso, tus aliad@s pueden ser de gran ayuda. No anticipes las reacciones de tu familia y amistades, no esperes que estén de acuerdo, simplemente que respeten tu orientación sexual como tú respetas la suya.
Ten presente en todo momento que no estás haciendo nada malo. Al contrario, ser fiel a ti mism@ es lo mejor que puedes hacer. ¡Siéntete orgullos@ de quién eres!
